martes, 18 de noviembre de 2008

Desayuno


Termino de tomar mi café y te miro, de reojo. Ahí estas al lado mío, pero a mil metros, en otra parte. Tantas veces la misma escena, tantas veces la misma rabia, tantas veces la misma frustración, tantas veces las mismas ganas de matarte. ¿Por qué siento eso? ¿Por qué todas las mañanas te quiero ver muerta? ¿Por qué no lo hago ahora?

Seria fácil, estas despreocupada leyendo el diario y viendo imbecilidades que no tienen ningún sentido, en vez de mirarme a mi. Siento como tus ojos se desplazan por las palabras, sin siquiera notar que tomo un cuchillo firme en mi mano. A ver, como lo hago. Lo típico seria decir alguna cosa, como para darle mas importancia al momento, algo como ¡te odio! o ¡toma perra! o algo por el estilo, pero como que no me tinca, como que no pega en la mañana, si está todo claro por el sol, y eso es más como para la tardecita. Lo otro es que lo clave en la espalda, sin decir nada, y ver como me miras con cara de sorpresa, como queriendo saber que pasó o porque de pronto ves una hoja de acero salir por tu pecho reventando en sangre... Pero sería medio asqueroso, además de dejar la mesa toda manchada, y tener que lavar el mantel mmm… mejor que no. ¿Y si te ahorco? Me agrada la idea igual, tomar tu cuello entre mis dos manos y apretar, apretar hasta que no pueda más y ver como se te salen los ojos, y la lengua brota por tu boca que se comienza a poner morada, morada como tu cara, azul como tu cara, negra como tu cara de mierda, que no da más sin aire hasta finalmente morir, morir ahí en medio de la cocina pequeña de nuestra horrible casa sin niños.

Ahora te levantas, sin dejar de leer el diario, vas y tomas un vaso de jugo y comienzas a beber, sin dejar de leer. Te miro de pie y sin ropa en la pequeña y horrible cocina y veo tu cuerpo. Vaya que eres bella. A pesar de los años tus pechos están firmes, tu abdomen plano, tus piernas perfectamente moldeadas, y tu sonrisa, esa perfecta sonrisa que ahora por fin me mira, y muestra esa grandiosa hilera de blancos dientes. Te miro, me miras, y sin darte cuenta estas sobre la mesa, sobre el diario, sobre mi café, sobre mi, moviéndote, mientras mis manos recorren tu piel, tus piernas, tu grandiosidad y hacemos el amor como nunca, como adolescentes, como recién casados que joden todo el día y paran solo a comer, como animales, como conejos, te muerdo, te disfruto, me saco la rabia de encima follando como cuando tenía 20 años y tu 18, y pasábamos toda la tarde en esto. Te vas, si te vas, gritas, cierras los ojos, me aprietas las manos, aprietas tu cuerpo, abres la boca, me miras, te miro, la sonrisa, ahí está, la blanca sonrisa, me mira, me llama, me tienta, la blanca sonrisa esta seria, ya no se ríe, ya no está, se va, se va, con el grito desgarrador al ver el cuchillo, al ver el cuchillo que cruza el aire de esta horrible, apestosa y mugrienta cocina de la pequeña casa sin niños y se clava en tu garganta, mientras yo te miro, te miro arder de dolor y miedo, cuando tu cabeza se despega de tu hermoso cuerpo y queda sola en mi mano colgando, colgando de tus rubios pelos teñidos de sangre. Me paro, abro la ventana y miro por ella, y la verdad es que mi café sabe bastante mejor, bastante mejor cuando veo al perro jugar con tu cabeza en el patio, mordisqueándola y haciendo un hoyo para enterrarla y tal vez más tarde, seguir jugueteando con ella. Tomo mi chaqueta y mi maletín y parto al trabajo, ya son las ocho y media, y no pienso llegar tarde otra vez.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Chinitas Asesinas



Estaba sentado en un parque, mirando distraído la ciudad, cuando un punto rojinegro distrajo mi atención. Posada sobre mis piernas había una chinita o "mariquita" como se les conoce en algunos países vecinos. Caminaba lentamente entre los pliegues de mis azulosos jeans cuando de pronto se queda mirándome, fijamente, con una mirada tan penetrante que parecía un cuchillo cruzando el breve espacio de aire entre sus negros ojos y los míos. Así estuvimos largo rato, hasta que se decidió a hablar. En un lenguaje tan extraño como el diseño de sus alas comenzó a llamarme, despacio, y a pesar del ruido pude oírle. Gentilmente puse mi dedo y de un salto se montó en él, con una agilidad impresionante para sus cortas patitas. La acerque a mi rostro para oírle mejor y comenzamos a hablar. Me contó que venía desde muy lejos por asuntos de trabajo y que nunca viajaba sola, sino con su equipo, un grupo de chinas asesinas a sueldo que recorrían el mundo haciendo "trabajitos" por encargo. De reojo mire alrededor y me percate de que efectivamente habían otras cuatro chinas estratégicamente posicionadas: Una en mi cabeza, otra en mi hombro con una metralla, una en mi zapato, y en el árbol de enfrente, casi colgando de una rama que parecía brincar con el viento, una china amarilla apuntándome con un rifle.

Me di cuenta que hablaban en serio, y reconozco que comencé a inquietarme, el solo pensar en la frialdad de aquel grupo de chinas que hasta la fecha, y en palabras de su líder, habían derramado la sangre de mas de mil individuos. Acerque un poco más al cabecilla a mi cara, para mirar más detenidamente el raro espécimen con el que me había topado esta tarde. Vestía un traje rojo de seda, zapatos perfectamente lustrados y un pequeño sombrero. Tenía un diminuto revolver en la cintura, que hacía juego con sus negros ojos.

Hablamos por buen rato, mientras los otros miembros del equipo no dejaron de apuntarme un solo momento. Me contó que su destino final era Egipto, que en la fría noche del desierto matarían un hombre que había osado no pagarles una deuda. Luego de eso, no tenían destino definido. Las horas pasaron y el grupo de chinas decidió partir. Cuando las vi alejarse, no pude evitar preguntar porque me habían hablado a mí, en medio de un parque repleto de gente. El líder se dio la vuelta y me sonrió, mostrando una infinita hilera de dientes blancos como las nubes que en ese momento cruzaban la tarde:

-No fue por ti, me dijo.
-¿Por que entonces? repliqué
- Fue por la mujer que está a tu lado, me dijo, volando hasta perderse y no verlo jamás.

En ese momento tomaste mi mano, sonreíste y me diste un beso. Con un certero movimiento tomaste mi brazo y seguimos caminando por la ciudad, entre la gente, disfrutando la compañía de estar en silencio un día completo, sin nada más que las palabras que se colaban y confundían con nuestros pasos.

martes, 17 de junio de 2008

La Vida de Vivir me Aburre




Es tarde, la gente siente sueño a esta hora, otros no, yo no. Parar sentado en un escaño, elegido por la democrática resolución de 2 personas que deciden no verse hoy y condenarse a no dormir, a mover insomnio, a quedarse pegados con discos rayados que suenan una y otra vez... que suenan una y otra vez... que suenan una y otra vez...

El fantasma de la señora que antes habitaba esta casa me viene a ver, y me conversa sobre algo que la verdad no me importa mucho, pero aun así pongo cara de interés, de que estoy realmente intrigado con lo que dice, mientras ella toma café, mi café que delicadamente pone en una taza que, hagamos la salvedad, trajo consigo. Menos mal, ¿han tratado de lavar una taza ocupada por un fantasma? es una tarea de locos...

La democrática resolución de las 2 personas que habían decidido no verse, cambia. Ahora es la dictatorial decisión de uno de ellos que simplemente extrañó al otro y quiso verlo. Y así fue, se desdobla, sale por la ventana y parte liviana flotando por el aire. El fantasma la encara con una mirada de desprecio y comenta algo sobre su juventud, que antes ella volaba mejor y más rápido, que los años no pasan en vano y otras imbecilidades de vieja quejumbrosa. Ella se devuelve, y me pregunta si la acompaño, que le da miedo ir sola, aunque ya decidió verlo, teme hacer el camino sola. Le digo que no, que no puedo, que mi hijo duerme en la habitación contigua y que si salgo despertará. La vieja fantasma se entromete y argumenta que debo ser desprendido, que el bebé ya es grande y que puedo dejarlo solo. Hago caso omiso a sus comentarios y le digo a ella si podemos llevar al bebé. Acepta, lo que sea por no ir sola, lo que sea por verlo a él.

Voy a la habitación y el bebé duerme, con los ojos abiertos llenos de hormigas, que de acuerdo a un contrato celebrado en tiempos inmemoriales, de noche toman sus saladas lágrimas. Hablo con el rey de las hormigas, explicándole la situación en que me encuentro y caballerosamente, como todo buen rey, me dice que el bebe está a mi disposición. Ella mira y ríe, grandes carcajadas de alegría pensando en que la democrática decisión de no verse, ya no es tal, y que pronto estará con él, bailando marinera y comiendo bolas de barro con el bebé.

El bebé mira, y sin decir nada me toma en sus brazos, mientras con sus pies se pone un abrigo y una bufanda rojo/gris tejida por su abuela. Ella toma la mano del bebé, y juntos salimos volando por la ventana, mientras la fantasma mira, con melancolía, haciendo caso omiso a las ordenes del rey de las hormigas, que comandando su batallón ya se ha tomado la mitad de las lágrimas de la pobre mujer.

El viaje fue tranquilo, él no estaba lejos. Llegamos sin darnos prisa, disfrutado la travesía, sintiendo el viento en la cara, comiendo nubes que lentamente asadas por el sol constituyen un verdadero manjar. De repente me paro, y miro por la ventana. Te veo venir, te veo venir flotando, te veo venir flotando con mi hijo de la mano, que a su vez me trae en sus brazos. Me veo sonreir en los brazos del bebé, te veo mirar y reír a carcajadas, pensando en como bailaremos marinera, y como disfrutaremos tu, yo y el bebé las bolas de barro. Como él y ella comerán barro y bailaran marinera con el bebé, mientras la fantasma se arrancará el pelo, pensado que está sola, que la democrática decisión de 2 personas que no deciden verse ya no es tal, que las hormigas le comieron la mitad de la cara... que la vida de vivir me aburre...

Saludos a mis padres, ellos saben...

lunes, 28 de abril de 2008

Flotando por los Girasoles

Está lloviendo, tengo el pelo mojado. Salí a mojarme, años, años que no lo hacía. Caminar sin rumbo por la ciudad, sintiendo el agua que me caía, en los hombros, en la espalda, en mi cara. Saborear las gotitas que se deslizaban por mi barba, el torso húmedo, los pies mojados. Imposible no pensar en los campesinos, en lo contentos que deben estar, como bien dijo un amigo de mi padre, "estos son billetes mojados que nos caen del cielo" simplemente certero.

No escribía hace días, tenía medio abandonado este blog. Quizás me envicié un poco con mi Flickr, o no me había hecho el tiempo. En fin, siempre la misma pregunta ¿Que escribo? ni idea. Que suena rica la lluvia, en la ventana, en el vidrio, en el techo. Miro desde acá arriba, se ve todo tan limpio, tan quieto, tan de invierno. De chico me gusto la lluvia, siempre he preferido el invierno al verano, los días nublados. La calma que da el agua que cae del cielo, se junta, corre, se desliza por las calles, por los techos.

Un amigo de hace años, escribió comentando la entrada anterior, y quede sorprendido de como dos párrafos, pueden hacer que mi cabeza se vaya, se pierda en los recuerdos, alegrías, penas, y por sobre todo el estado de perpetua locura en el que permanecía día a día, diez años atrás. Estaba en Quillota, inmaduro (bueno, eso no cambia mucho la verdad), chico, cero cabeza, cero responsabilidad. Pasé de estar viviendo con mis padres, a otra ciudad, a vivir con gente que apenas conocía, a estar más libre, a organizar mis finanzas, a vérmelas solito. Por Dios que lo pasé bien, redondo. Conocí mucha gente, de los más diversos tipos, estilos, clases sociales, ideas, etc. Gran parte del carácter que hoy tengo, se forjó en ese lugar, con las charlas interminables, los temas contingentes, el arte de conversar. Siempre me decían que era alegre, y que tenía facilidad para hacer reír. No se que tan así sea. En fin, la lluvia no para y mejor así. Ojala mañana en la tarde aun llueva, para inaugurar como corresponde la temporada de siestas invernales. No se que más poner, quedo rara la entrada pero me gustó, ando muy relajado, ando flotando encima de los girasoles estas semanas, ustedes me han visto. Les dejo un regalo, un video, una canción. Cuando la escucho me dan ganas de hacer varias cosas, y si aun llueve... bueno, yo dejo el regalo, ustedes ven lo que hacen con el, abrazos jóvenes.


Saludos: Ufff, hay tanta gente que me gustaría saludar, pero hay que elegir, en fin. Al Rubén por recordarme que fuí adolescente, y lo lindo que es tener 15 años. Al Chato por enseñarme que los pensamientos mas simples son los más sabios, y a los que andan como yo, flotando por los girasoles.

PD: Problemas legales? su novia le pega? Cualquier cosa mail, o visiten DudaLegal.

Vean quien es parte del Estudio :)

miércoles, 19 de marzo de 2008

La Belleza de lo Cotidiano


No sabía que escribir. Aunque han pasado varias cosas, ninguna me convenció del todo, así que comencé a cachuerear entre las cosas que ya había escrito. Me topé con cuentos, canciones, reflexiones, tonteras varias, y de pronto di con esto. Lo más normal del mundo, lo cotidiano. Un día como cualquier otro, hace ya casi 3 meses atrás. Lo comparto, la retrospectiva hace bien a veces.


25 de Diciembre de 2007

La ventana de mi pieza mira hacia el norte. A la ciudad, al cerro Pulmahue. Detrás del cerro, está Longotoma, Los Vilos, La Serena, Arica, y de ahí hasta al Polo Norte, donde seguramente la ventana de otra persona mirará hacia el Sur. Estoy tirado en mi cama sin hacer, de reojo veo mi ropa por todas partes, mezclada con el papel de los regalos de la noche anterior. No hay mucho que hacer o pensar, salvo leer, o reflexionar, lo que siempre termina convirtiéndose en un ejercicio autodestructivo, en el cual todos tienen la razón, menos yo.

Como de costumbre, me despertó mi madre, pero esta vez no fue para almorzar, sino que me tenía un regalo, una camiseta blanca, para que la “uses debajo de tus poleras” estaba linda, no la esperaba, me dijo que si me quedaba buena me compraba otra, mientras me revolvía el pelo. También me dijo que le extrañaba, y admiraba, que yo no pidiera cosas, que las usara hasta que ya no daban más. Es raro pero me gusta ser así, usar la ropa hasta que muera, hasta que no da más. Siento que con el tiempo se transforma en parte mía y no quiero desprenderme de ella. Es como dejar de usar un brazo. Además el solo hecho de pensar en ir de compras ya me pone de mal humor.

Almuerzo, y luego tiempo libre, de un tiempo ahora tengo mucho, a veces demasiado. Decido afeitarme, algo necesario, pero que puede ser toda una aventura. Me miro al espejo, estoy más flaco, bastante más. Paso la hoja por mi cara mojada, comienzan a aparecer mis facciones. Necesito sol, estoy palidísimo, bueno vendrán días mejores. Me visto y quedo listo y regiamente cool, para ir a ninguna parte. Decido salir a caminar, audífonos, zapatillas, plata, no necesito nada más. La Ligua esta igual, todo en su sitio, tal vez un poco más de habitantes, uno que otro negocio nuevo. Saludo a mucha gente, pero nadie que realmente valga la pena como para quedarse a conversar, sigo por las calles, tratando de hacer recorridos distintos, la música comienza a sonar y Tool que se empieza a colar en mis oídos. De verdad que suenan bien en momentos como estos, uno piensa que la vida no es tan mala.

Vuelvo a la casa, a lo mismo, a tocar guitarra, a jugar, a quedarme dormido en el sillón, a comer, unos chacareros exquisitos, con porotos verdes de la parcela, frescos recién cortados. Un lujo de pan, hay que decirlo. Luego de eso y resignado a ver tele, suena mi teléfono:

- Aló weon?

- Sip, Iván? Que onda weon como andamos?

- Bien, oye sube a la casa del Cesar. Planificación de fin de año.

- Ok, me abrigo y subo.

- Dale, chau.

Me doy diez vueltas antes de subir, veo que están dando, me hago una ensalada de porotos, con palta y tomate, más un vaso de jugo de huesillos. Excelente. Mientras como, pienso …me abrigo y subo… que respuesta más weona, si es verano.

Agarro mi pc, y subo. Lentamente, sin apuro. Llego, están ahí con cara de cervezas, y bueno, que se le va a hacer. Risas, juegos, recuerdos. Es bueno saber que los amigos siguen ahí, y reconocer que los necesito. Si no me hubiesen llamado me iba a volver loco. La cosa se extiende hasta las 4 de la mañana, todos sentados, mientras pienso que la diferencia de edades de mis amigos es bastante, somos tan distintos, y la vez tan iguales. Unos trabajan, estudian, son padres, adolescentes, sin embargo podemos estar todos juntos y compartir. Tal vez eso es lo que hace que la cosa funcione, la diversidad, el saber que cada uno aporta algo diferente. Terminada la velada, me vienen a dejar a la casa y no queda mucho por hacer. Son las 4:30 de la mañana y estoy en lo alto de mi casa. Desde acá veo toda la ciudad que parece dormir. Algunas personas que caminan, unos perros pelean y ladran a lo lejos. Hace días que me siento Hibernando, como los osos. Juntando fuerzas. Nada más, a acostarse.

Saludos: A Javi y a Titi, por mantenerse unidos y por su fuerza, y a la Nata por su facilidad para hacerme reír.


sábado, 23 de febrero de 2008

Desconocida Experiencia



Valparaiso, centro de la ciudad, día de verano, en medio de la tarde de un día cualquiera.

Alvaro: Hola, le puedo hacer algunas preguntas?
Desconocido: Porque? no nos conocemos.. o si?

A: La verdad no, solo quería una visión objetiva de la vida, y creo que usted puede dármela.
D: En serio crees eso?
A: Absolutamente
D: Bien, entonces escucho.

A: Bien ¿que sintió cuando alguien lo abandonó en el momento en que más lo necesitaba?
D: Jajaja, porque le preguntas eso a alguien que nunca has visto?
A: Jajaja no sé, si quiere no responda.
D: No hay problema, ya dije que bueno y soy un hombre de palabra. Ufff, como la mierda, la verdad, se siente bien feo, pero bueno, con el tiempo uno aprende que la gente que te abandona cuando más los necesitabas, la verdad nunca estuvieron ahi. Y es mejor, en la vida uno solo tiene que rodearse de la gente que le hace bién, de la buena gente como dice Jack Johnson, los demas al carajo. Por lo general ese tipo de gente lo unico que hace es hacerte sentir mal, y sacar lo peor de ti.

A: Cual es la importancia de los amigos?
D: Toda la del mundo, los amigos son el eje de la vida, los que nos ponen feliz. Yo creo que los amigos y la familia pueden sacar lo mejor de ti, son una fuente inagotable de felicidad, alegría, risa y compañia. Yo con la edad que tengo, aun conservo amigos de la primaria, y eso es bastante decir. Con un puñado de amigos y mi corazon podria conquistar el mundo.

A: Fracasó alguna vez?
D: Miles de veces, MILES. algunas caidas fueron tan estrepitosas que pense jamas levantarme. Estuve dias enteros llorando de impotencia, frustracion y rabia. No entendía porque esas cosas me pasaban a mi. Después entendí que lamentarse no sirve de mucho, hay que sufrir lo necesario y luego seguir adelante. A veces la misma rabia ayuda, da fuerza, y bueno, se pone el hombro y se intenta de nuevo.

A: Algun recuerdo inolvidable?
D: Jajaja, varios pues amigo. Sin embargo suelo recordar las cosas mínimas, los detalles, las cosas que por lo general los demas olvidan. Recuerdo un verano con una mujer preciosa, tierna, inolvidable. Paseos de la mano por la tarde, enamorados de la vida, disfrutando simplemente del hecho de estar juntos, y de saber que alguien nos amaba por lo que eramos. Dormir juntos y despertar con ella al otro dia a mi lado, oler su pelo en las mañanas. Pasar todo el día mirandonos, conociendonos. Sentir que cuando me abrazaba, lo demás no importaba y que todo iba a estar bien. Cada vez que la recuerdo sonrio..

A: y que paso? sigue con ella?
D: Ja, no. Todos cambiamos, ella, yo. Un día me dijo que no era lo suficientemente bueno para ella. Nunca mas la vi.

A: Uff.. es complicado el amor.
D: No tanto hijo, el amor de verdad, el verdadero amor es tan facil como 2+2.

A: jajaja, gran frase. Tiene Hijos?
D: Tres, buenos cabros. Ellos han sido y serán una alegría constante. Y bueno, sus hijos, mis nietos, hacen florecer esa alegria dia a dia.

A: Cuando supo cual era su misión en la vida?
D: Nunca, no creo saberlo. Simplemente me dedique a vivir, a trascender. Siempre apunte al fondo y no a la forma, y a ser feliz. Lo demas, las cosas materiales, el orgullo, el dinero, no me importan mucho.

A: No quiero ser prejuicioso, pero usted vive bien, lo digo por su ropa, su vocabulario. Es alguien educado.
D: Jajaja, que observador. La verdad si, una cosa no quita la otra. Tengo una buena profesion, y ademas soy empresario. Vivo más que bien, pero ¿es eso importante? yo creo que no tanto. Si no lo fuera, de todas formas estariamos conversando aca ¿no? La humildad es una de las virtudes que mas cuesta cultivar, pero bueno, hago lo que puedo.

A: Si pudiera definirse como lo haría?
D: Dificil tarea, por lo general eso lo hacen los demás. Pero si es por satisfacer tu curiosidad, yo creo que soy un buen tipo, un buen chato. Amigo de mis amigos, y tengo el corazon tan grande que a veces siento que el pecho se me va a reventar. Ademas soy feliz, bueno, no es para menos, si cuesta tan poco.

A: jajaja usted cree?
D: de todas formas, si la vida es tan linda, y tu eres feliz?

A: Eee.. Yo creo que si.
D: Ese "yo creo" me sono a no. Pero esta bien, que edad tienes?
A: 25.
D: Ja! pero hombre, a esa edad... que daria yo por volver. La proxima vez que te pregunten di SI, con seguridad, a tu edad es imposible ser infeliz.

A: usted cree?
D: Jajaja si pues hijo. No tienes obligaciones, no tienes responsabilidades o al menos no tantas. Disfruta de lo simple. sale a caminar, una buena conversación, visita a tus amigos, llevale flores a la mujer que quieres, anda al cine. Dale un abrazo a tus hermanos, llama a tus padres, anda en bicicleta, juega a la pelota.


A: Cierto. Otro cafe?
D: Una cerveza.

A: Excelente. que sean 2.

Esta conversacion fue bastante mas larga, pero bueno, la memoria es fragil, y solo transcribí pasajes. Cuando terminamos de hablar me dio un apreton de manos, un abrazo y me dijo que este era el tipo de cosas que el recordaba, lo simple y cotidiano de vivir. Lentamente se fue caminando, con su traje impecable, sus zapatos perfectamente lustrados, y su bastón, mezclandose entre la gente, y el atardecer que lentamente comenzaba a entrar a la ciudad. A Veces quien menos esperamos nos alegra el día. A veces es alguien que ni siquiera conocemos.

Saludos: Al monin y a la ñoña por su contagiosa alegria. A Blasco y al Kero por su calidad humana y a Corsh, por visitarme y alegrar la tarde.

sábado, 26 de enero de 2008

Regalos



Es complejo regalar algo. Elegir un presente, un objeto para otra persona, que sea lindo, y que además le guste. Yo no tengo mucha paciencia, y la mayoria de las veces regalo lo primero que encuentro. Sin embargo en algunas ocaciones me he dado el trabajo de escoger algo realmente especial, algo que al beneficiario del presente lo llene de alegría, y te mire con cara de "como adivinaste" o "justo lo que necesitaba". Tarea dificil, y muchas veces ingrata, ya que más de una vez regalé algo sabiendo que no iba a gustar.


Tambien es raro cuando te regalan algo, se siente bien, aunque muchas veces al abrirlo pensaba ¿como me regalan algo asi? pero de todas formas hay que sonreir y poner cara de "me encantó tu regalo". Hay regalos que aún guardo por años, otros que al dia siguiente se fueron a la basura, o que volvieron a ser regalados, como forma de apoyar el reciclaje. Hay regalos que siento no merecía. Hay regalos que siempre he querido hacer y no me atrevo, y otros que no debí regalar nunca y que hasta hoy me pesan. Regalos que no me costaron nada, pero que cambiaron vidas. Regalos con odio, cuyo unico proposito era hacer sentir mal al otro, regalos para la risa que al ser abierto desataron sonrisas por horas. Regalos que quiero que me devuelvan, regalos memorables. Regalar una canción, un poema, un abrazo, una llamada, un mensaje, un mail, un brindis, un apreton de manos, una sonrisa. Regalar el perdón.


El ultimo regalo que recibí fue hace dos semanas. Mis padres me regalaron la Luna, no la del cielo, sino que una perrita preciosa, lo más lindo que he visto en mucho tiempo, y que como toda buena mujer, llega cuando uno menos lo espera. La Luna se adapto de inmediato, es ultra tranquila, y tenemos el mismo gusto por las caminatas al atardecer, por dormir siesta, y por los paseos.


El ultimo regalo que hice fue ayer, y simplemente consistió en transportar una persona a la casa de otra. Algo tan simple como llevar uno a la casa del otro y ver que pasaba. Ver la cara de sorpresa, alegría y luego gratitud fué mas que suficiente. Me sentí completamente pagado.


Lo que estoy escribiendo ahora es también un regalo, para Cesar y Guillermo, por su templanza y amistad a toda prueba, y para el Iván y Luis que estan de cumpleaños.


Para todo el que lea esto, tambien dejaré un regalo. Un abrazo grande.