viernes, 14 de diciembre de 2007

Hombre Cocinando




No recuerdo exactamente cuando aprendí a cocinar, si es que podemos decir que realmente sé, sin ser pretencioso. Debe haber sido de la misma forma en la que aprendi casi (ojo que digo casi) todas las cosas que hoy sé: Por necesidad. Y una tan básica como es la de proveerse alimentos, presente desde que el mundo es mundo, muchas veces pasa para nosotros hoy, desapercibida.

De pequeño me gustó cocinar, mezclar olores, sabores, texturas. El hecho de haber nacido en una familia en la que la comida ocupa un lugar privilegiado, sumado al oficio de mis padres, en algún momento tenia que surgir efecto. Siempre he tenido como modelo a mi papá, que cocina en promedio dos veces al año, pero sus platos valen la espera, famosas son sus codornices rellenas, sus choritos parmesanos o el cordero al jugo.

Entrando a la Universidad fué cuando mas desarrollé mis habilidades culinarias, tanto en mi casa como en la de mis compañeros, donde era habitual que después de los carretes me miraran con cara de suplica y me dijeran: "Alvarito, porfa prepara algo", lo que lejos de disgustarme me ponia alegre, ya que no hay nada más gratificante que cocinar para los amigos. En casa tambien fui ganando terreno, y ya es tradición que cocine tanto para la cena de navidad, como la de año nuevo.

Siempre lo he visto como un arte, una posibilidad más de crear. Dado que no soy muy bueno dibujando, pintando, tallando ni en nada que tenga que ver con artes manuales, exploro a traves de la comida. Desde la selección de la materia prima en paseos por el Mercado El Cardonal, o caminando por el cerro Barón, hasta la preparación en casa, y su posterior degustación. Moviendo platos nuevos, o mezclando ingredientes que a priori parecen inconciliables, apareciendo nuevos sabores. Otras veces, se revela como algo sensual, entretenido. ¿Han cocinado para alguna mujer, mientras ella los mira con una copa de vino en la mano?

No pretendo ser un Ferrán Adria ni mucho menos, pero es una de las cosas que más disfruto hacer, y según me dicen no lo hago mal, asi que seguiré "literalmente" cocinando, ya que mientras escribo esto, estoy preparando lentejitas, un plato ideal en estas fechas, por dos razones: Cocinas una vez y comes varias veces, asi se gana tiempo en esta hermosa epoca de exámenes, y porque de algún modo es un plato nostálgico.

Bueno, eso seria, cocinen de vez en cuando, hace bien. Ya sea un pastel de Choclo como en la foto de arriba con el Mauri, o un simple pan con algo. Todo vale.

Saludos: Para la Coni Chan, El Guille, la Panlita y el Cesar. Un Abrazo grande para ellos.